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Biorresiduos: qué son, ejemplos y cómo gestionarlos de forma responsable

2025-08-26
Biorresiduos: qué son, ejemplos y cómo gestionarlos de forma responsable

La gestión de los residuos se ha convertido en un reto clave para la sostenibilidad del planeta. Entre las diferentes categorías, los biorresiduos destacan como una de las más importantes, ya que su correcto tratamiento permite reducir la basura que llega a los vertederos y aprovechar recursos naturales de gran valor.

En este artículo descubrirás qué son los biorresiduos, qué materiales se consideran dentro de esta categoría, cuáles no, y cómo debes almacenarlos para aprovechar al máximo sus beneficios ambientales.

¿Qué son los biorresiduos?

Los biorresiduos, también llamados residuos biodegradables, son materiales orgánicos capaces de descomponerse de manera natural gracias a la acción de microorganismos como bacterias y hongos.

Su característica principal es que, en condiciones adecuadas de oxígeno, humedad y temperatura, se transforman en productos inocuos para el medio ambiente, como agua, dióxido de carbono y biomasa.

Un buen ejemplo de su aprovechamiento es el compostaje, donde los biorresiduos se convierten en un fertilizante natural que enriquece el suelo y mejora su estructura.

La importancia de los biorresiduos en el medio ambiente

La correcta gestión de los biorresiduos cumple varias funciones clave:

  • Reduce la cantidad de residuos enviados a vertederos, alargando su vida útil.

  • Disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero, como el metano, que se produce cuando los restos orgánicos se descomponen sin oxígeno en los vertederos.

  • Contribuye a cerrar el ciclo de los materiales orgánicos, devolviendo nutrientes al suelo en forma de compost.

  • Permite generar biogás a través de procesos de digestión anaerobia, que puede usarse como energía renovable.

Por eso, separar correctamente los biorresiduos es un gesto sencillo con un gran impacto positivo en la lucha contra el cambio climático.

Ejemplos de biorresiduos: qué sí puedes tirar al contenedor marrón

El contenedor marrón está destinado exclusivamente a los biorresiduos. Entre ellos se incluyen:

  • Restos de comida: cáscaras de frutas y verduras, pan duro, cáscaras de huevo, posos de café y té, sobras de comida en mal estado (sin grasas añadidas).

  • Residuos de jardín: hojas secas, césped cortado, ramas pequeñas, flores marchitas, maleza y serrín natural.

  • Papel y cartón compostables: servilletas usadas, toallas de papel sin tintas ni químicos, filtros de café, cajas de cartón de huevos, envases de cartón para alimentos y vasos compostables.

En el caso de productos desechables de papel o cartón, es importante que estén limpios y libres de aceites o grasas, ya que estos dificultan la biodegradación.

Dudas frecuentes sobre los biorresiduos

Muchos hogares se preguntan qué residuos entran dentro de esta categoría. Aquí algunas respuestas rápidas:

  • Cítricos: sí, pueden ir al contenedor marrón.

  • Tierra de macetas: no, debe ir con los residuos mezclados.

  • Pan duro: sí, siempre que no contenga mantequilla ni grasas añadidas.

  • Huevos enteros: no, solo las cáscaras.

  • Bolsas biodegradables: solo si son certificadas como compostables.

Qué no se considera biorresiduo

No todos los residuos orgánicos o biodegradables deben tirarse en el contenedor marrón. Debes evitar:

  • Restos de carne, pescado, huesos y lácteos.

  • Aceites, grasas de cocina y restos de fritura.

  • Residuos animales: excrementos, arena para gatos o restos de animales.

  • Materiales inorgánicos: plástico, metal, vidrio, cenizas, madera tratada.

  • Residuos peligrosos: pilas, medicamentos, pinturas o disolventes.

El papel y cartón reciclables (periódicos, revistas, cajas) deben depositarse en el contenedor azul, no en el marrón.

Cómo almacenar correctamente los biorresiduos

Un paso clave para garantizar la eficacia del reciclaje es usar correctamente los contenedores marrones. Aquí algunos consejos prácticos:

  • Utiliza bolsas compostables certificadas, que se descomponen al mismo ritmo que el residuo.

  • Mantén el contenedor en un lugar fresco y seco para evitar olores y plagas.

  • Vacíalo al menos una vez por semana.

  • Siempre que sea posible, tira los residuos sueltos para facilitar el compostaje.

Estas prácticas mejoran la higiene, reducen olores y facilitan que los residuos se conviertan en compost o biogás de forma eficiente.

Los biorresiduos son una parte fundamental de la economía circular. Al separarlos correctamente y depositarlos en el contenedor marrón, contribuimos a reducir los residuos que acaban en vertederos, a disminuir la contaminación y a transformar restos orgánicos en recursos valiosos como compost o energía renovable.

Cada gesto cuenta: separar los biorresiduos no es solo una obligación, sino una responsabilidad compartida para garantizar un futuro más sostenible.

En Envagreen estamos comprometidos con esta forma de vida. Únete al movimiento.

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